Comportamientos incívicos en el transporte público
Introducción
El transporte público es una parte esencial de la vida de muchas personas, pero lamentablemente, también se ha convertido en un terreno para comportamientos incívicos que pueden ser molestos e incluso peligrosos para los demás pasajeros. Es importante identificar estos comportamientos para poder abordarlos de manera efectiva. En este artículo analizaremos algunos de los comportamientos incívicos más comunes en el transporte público y cómo pueden ser abordados.
Bloquear los asientos y los pasillos con objetos personales
Uno de los comportamientos más comunes que se ven en el transporte público es la costumbre de bloquear los asientos con objetos personales, como bolsas o chaquetas, en lugar de permitir que otros pasajeros se sienten. Esto puede ser especialmente molesto en los autobuses y tranvías, ya que limitan el espacio disponible para los demás pasajeros y pueden hacer que sea difícil moverse por el vehículo.
Para abordar este comportamiento, los conductores de transporte público deberían recordar a los pasajeros que se les anima a compartir el espacio con los demás por respeto y consideración hacia los demás. Además, los conductores pueden instalar carteles en los vehículos que recuerden a los pasajeros que deben compartir el espacio con otros y no bloquear los asientos y los pasillos.
No dar el asiento a personas discapacitadas, ancianos o mujeres embarazadas
Otro comportamiento incívico comúnmente visto en el transporte público es la falta de consideración por las personas discapacitadas, los ancianos o las mujeres embarazadas. Estas personas a menudo necesitan un asiento, pero a veces los pasajeros más jóvenes e incluso sanos se niegan a ceder el asiento a alguien que lo necesita con mayor urgencia.
Para abordar este comportamiento, es importante que se eduque al público sobre los estándares de comportamiento esperados en el transporte público. Los carteles en los vehículos o estaciones de transporte que recuerden a los pasajeros que deben ceder los asientos a las personas que lo necesitan pueden ayudar a mejorar la situación.
Consumir alimentos en el transporte público
Consumir alimentos en el transporte público puede ser especialmente molesto para los pasajeros que se sienten incómodos con los olores, ruidos y desorden causado por la ingestión de alimentos. Además, a veces los restos de alimentos pueden ser peligrosos para la seguridad y la salud, especialmente cuando se trata de alimentos pegajosos y que goteen.
Para abordar este comportamiento, se pueden hacer campañas de concientización para recordar a los usuarios del transporte público que no se les permite consumir alimentos. Los conductores de transporte público también pueden recordar a los pasajeros que no deben comer durante su viaje y pueden informarles de la política respectiva en caso de que sea necesario.
Escuchar música o ver videos en voz alta
Escuchar música o ver videos con el sonido alto en el transporte público es otro comportamiento comúnmente considerado incívico. El sonido alto puede ser molesto y puede ser difícil para los pasajeros conversar o hablar por teléfono. Además, las personas que escuchan música o ven videos a un volumen alto pueden molestar y distraer a los demás pasajeros.
Para abordar este comportamiento, los conductores del transporte público pueden recordar a los pasajeros que deben usar auriculares y evitar escuchar música o ver videos a alto volumen. También se pueden instalar paneles de información en los vehículos que recuerden a los pasajeros que deben respetar la tranquilidad de los demás.
Conversar en voz alta por teléfono o hablar a gritos
Hablar a gritos por teléfono o tener conversaciones a alto volumen en el transporte público es otro comportamiento que a menudo se considera incívico. No solo puede molestar a los pasajeros, sino que también puede ser una distracción para el conductor del vehículo, poniendo en peligro la seguridad de los demás.
Para abordar este comportamiento, los conductores de transporte público pueden recordar a los pasajeros que no deben usar sus teléfonos móviles en voz alta y evitar hablar a gritos en el espacio de los demás. Además, se pueden instalar carteles en el vehículo que recuerden a los pasajeros que deben respetar la tranquilidad los demás.
Hacer graffiti y dañar la propiedad pública
Hacer grafiti y dañar la propiedad pública en el transporte público es un comportamiento que se considera no solo incívico, sino también una infracción legal y una amenaza a la seguridad pública. El grafiti no solo es una forma de vandalismo criminal, sino que también puede ser peligroso y costoso de limpiar.
Para abordar este comportamiento, se pueden instalar cámaras en los vehículos que graben la actividad en caso de delito. Además, se pueden realizar campañas de concienciación ciudadana para educar al público sobre los efectos negativos del grafiti y hacerles saber que dañar la propiedad pública es inaceptable.
Conclusión
Los comportamientos incívicos en el transporte público afectan negativamente la experiencia de los demás pasajeros y pueden incluso poner en peligro su seguridad. Es importante que se eduque al público sobre los estándares de comportamiento esperados en el transporte público y que se tomen medidas para abordar estos comportamientos. Es responsabilidad tanto de los conductores de transporte como de los pasajeros a trabajar juntos para lograr un ambiente de transporte público seguro y considerado.